viernes, 21 de mayo de 2010

Abuso intrafamiliar y abuso extrafamiliar




Los abusos sexuales pueden ser de dos tipos:

1. Intrafamiliares: en los cuales el abuso es cometido por personas cercanas a la familia o de la misma familia tales como padrastros, padres biológicos o hermanos mayores o parientes muy cercanos. Estos abusadores corresponden al primer tipo descrito, que compensa sus problemas de pareja a través de la relación sexual con los niños. Como pertenecen a la familia y están en estrecho contacto con los niños, el abuso es sostenido en el tiempo y se da de manera progresiva. Estos abusadores tienden a ir gradualmente progresando en el abuso y aprovechándose de la confianza del niño para ir pasando de una relación de amistad a una situación en que hacen al niño ir sintiéndose cómplice en una “maldad” compartida, en la cuál se lo fuerza a seguir a través de la amenaza. Algunos de estos abusadores repetidos tienen su cara oculta escondida y surge cuando se desinhiben al tomar, o están a solas con el niño.

2. Extrafamiliares: en los cuales el abuso es cometido por personas ajenas a la familia. Los abusos sexuales pueden provenir de personas de fuera de la familia (extrafamiliares) pero con una cercanía grande de modo de no despertar sospechas por el interés en algún niño o niña. Los abusadores de este tipo pueden ser personas cercanas o personas conocidas en las que la familia tiene confianza como para encargarles que cuiden por un tiempo al o los niños. Algunos abusadores pueden ser más lejanos y abusar a escondidas de un pequeño. Sin embargo la mayoría de los adultos que abusan sexualmente de los niños es una figura de confianza para la familia y los niños. Ello facilita enormemente la tarea del abusador ya que está a solas con él y posibilita que la situación de abuso se repita en el tiempo.

El abuso sexual de personas externas a la familia e ser ocasional siendo igualmente dañino para el menor. Algunos niños son abusados varias veces por distintas personas. Ellos tienen que ver con que tienden a establecer algunas maneras de relacionarse con adultos, aprendidas de su experiencia familiar y personal, que los delatan como frágiles y fáciles de manejar o presionar.

martes, 4 de mayo de 2010

CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL.....


Consecuencias del abuso sexual:
Los abusos sexuales tienen efectos perjudiciales para el desarrollo psicológico, sexual y social del niño o niña, ya que ponen en peligro la imagen que el niño tiene de si mismo. Un niño que es abusado siente que su cuerpo ha sufrido daños que no tienen arreglo ya que sienten que nunca más volverán a ser personas normales.

Sienten además un enorme miedo a volver a ser agredidas o a volver a vivir lo mismo otra vez y viven aterrorizados frente a las amenazas de daño de parte del abusador. Tienen insomnio o pesadillas, viven angustiados y aterrorizados con todo lo que les recuerde el abuso. En este sentido todo puede resultar un recordatorio de su problema: una película, el que algún niño de su edad les declare su amor, o tienen miedo a quedarse solos, etc.

Por otra parte estos niños presentan síntomas de angustia y están constantemente tristes, preocupados o pensando en sus problemas. Se deprimen y esto se manifiesta en falta de ánimo o enfermedades, la angustia y desesperación puede llevarlos al suicidio o a intentar suicidarse. Estos intentos de suicidio deben ser interpretados como una forma de pedir ayuda sin tener que contar que ha vivido abuso sexual. Además el intento de suicidio es grave y hace que las personas se preocupen más a fondo de lo que les está pasando. Así visto un intento de suicidio fallido es una puerta abierta a enfrentar el abuso. Se diferencian los intentos de los verdaderos suicidios ya que en los intentos los jóvenes o niños se encargan de que alguien los descubra en su “acto de suicidarse”, y tienen perfectamente calculado que alguien los va a lograr detener antes de hacerlo.

A nivel de la imagen de si mismos los niños y jóvenes que han debido adaptarse y aceptar un abuso sostenido en el tiempo experimentan varios efectos importantes para su vida futura. En primer lugar sienten culpa y vergüenza ya que de alguna manera sienten que han provocado el abuso en el adulto y así se lo hacen saber las demás personas. Cuando el abuso no ha implicado violencia y proviene de un padre cariñoso y cercano los sentimientos son más confusos todavía, y causan más conflicto al niño o niña.

Otro de los efectos a largo plazo del abuso es la falta de confianza en sí mismos, ya que llegan a pensar que ellos hacen algo mal que provoca en los demás este tipo de reacciones de abuso. Tienden a sentirse sucia(o)s, fea(o)s y poco atractivas(vos). Además tienden a tener un desarrollo de la sexualidad más temprano que los otros niños, dando la impresión de “pervertidos” o muy “sueltos”, pero no es más que el resultado de madurar a golpes y sentir rabia con la vida.

Un último aspecto importante es que las niñas abusadas tienden a hacerse cargo de los hermanos menores y son verdaderas madres de estos, lo que las hace casi no tener una vida social, ni cumplir etapas normales de pololeo como las demás niñas. Ellas ejercen el rol que las madres no son capaces de cumplir.

¿QUE ES EL ABUSO SEXUAL?


El abuso sexual constituye una experiencia traumática y es vivido por la víctima como un atentado contra su integridad física y psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma más de victimización en la infancia, con secuelas parcialmente similares a las generadas en casos de maltrato físico, abandono emocional, etc.4 Si la víctima no recibe un tratamiento psicológico adecuado, el malestar puede continuar incluso en la edad adulta.
En su mayoría, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de niños.5
Los niños con mayor riesgo de ser objeto de abusos son:
aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar o identificar correctamente lo que están sufriendo, como es el caso de los niños que todavía no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y minusvalías físicas y psíquicas;
aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas, especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse halagados con las atenciones del abusador;
aquellos en edad prépuber con claras muestras de desarrollo sexual;
aquellos que son, también, víctimas de malos tratos.